La creación de este joven director y de estos intérpretes entra de golpe por nuestros ojos con la violencia que caracteriza a este metraje. Teniendo en cuenta la autoproducción y gestión de estos chicos con los medios que estaban a su alcance, Podríamos estar ante los sucesores de un cine propio de Tarantino y otros grandes directores del cine neo-noir. Tal es la estela que deja en el público que ha tenido la suerte de asistir al estreno.
La fuerza de los personajes mantiene alerta al espectador, quizá con ganas de más, en este corto que se queda corto, Porque el talento no le cabe.